viernes, 9 de agosto de 2013

5 Ponte al día

 -          Profe, ¡despierte!

Carmencita, la secretaria de registros académicos, lo regresó a su realidad.

-          ¿Quién es su amiga? … Linda.

-          ¿Marita? Una antigua alumna… Sí, muy linda.

-          Fashon, profe, fashon.
Marita impresionaba. Sobre todo, el perfume que dejaba tras de sí. Le había dejado su fragancia en la mano y en la mejilla, suave y a la vez, permanente. Un exquisito aroma a mujer perfecta.

-          Es ejecutiva de un banco… Pero tú, vi que te pusiste de novia en el face, ¿cierto?

-          Sí profe, pero eso es hace un mes. Ya vivimos juntos.
Con Carmen habían hablado de eso hace unos meses, durante los almuerzos. Que el amor de pareja era tener convicción, saber que vas a envejecer con él o con ella, que nada podrá separarlos. Aceptar esa condición, es parte de tener convicción. Luego, compromiso, de hacer algo por ella, por él, por ambos. Mirar hacia futuro y saber compartir el plan de vida; respetarse si están juntos en ella, y tolerarse si no. Esas dos condiciones moldearán el carácter.

-          Pusiste la carreta delante de los caballos.

-          Soy moderna, profe, un papel no va a demostrar lo mucho que nos amamos.
De cierto que no pero es necesario. Pero una relación basada en el adelanto y no en el proceso, siempre termina. «No sé si bien no sé si mal, pero termina» , pensó Daniel.

-          ¿Va a almorzar profe? – «vamos», dijo Daniel.
Mientras almorzaban vio a una pareja de universitarios que discutían en voz baja, pero con violencia brutal. Luego ella se paró y le tiró la sopa a muchacho, que por acto reflejo, se retiró a un lado.

-          ¡Siempre haces lo mismo…!
«Está entrenado el muchacho», se dijo Daniel para sí, viendo la perfecta reacción a lo Matrix.

«Esa es una de las razones que no hay que poner la carreta delante de los caballos. Conozco a ese alumno, y a ella también.» Daniel hablaba mientras comía lentamente. Del amor ‘baba’, ese que te mete ‘letra’ y que te convence, mientras abres las piernas. Cuando ves que no resulta, empieza el amor “moco”, y disculpen en el almuerzo, pero ese que llora: ‘no me dejes porque me mato’, ‘sin ti no puedo’, ‘si me dejas, dejo la universidad’. La combinación perfecta para mantener el flujo del amor ‘semen’.

-          Profe, no sea cochino.

Daniel prosiguió como si no hubiera escuchado.
«El amor ‘semen’ es ese que te ‘pone al día’ el fin de semana: Cine, fiesta, una comidita: puesta al día. La siguiente semana, sábado, una fiestecita, un anticuchito: puesta al día… Así pasan los años y crees estar bien. Luego te ves que otras han conseguido todo, mientras que tú sigues poniéndote ‘al día’. La envidia entra en juego y empieza la destrucción, porque encuentras a un culpable: y ese duerme contigo.

-          Profe qué fuerte… Está agarrando carne.
Pasa siempre. A veces presionas, entonces ‘moco’ o ‘baba’… Listo: convencida. ‘Puesta al día’. Cuando despiertas de eso, rompes con todo, pero la idea ya está en tu cabeza. Entonces ahora haces que te compren cosas y vuelta a lo mismo. Fin de semana, puesta al día, listo. Te pones quisquillosa: un anillo, un arito, un par de aretes, ‘detalle’, puesta al día, y otra vez en los mismo: sin convicción no hay compromiso… Puede que aparezca alguien más y….

-          Profe no siga…
Es algo que digo siempre a mis alumnos: convicción, compromiso y carácter. Vivir en pareja es lo más difícil, casi imposible. Hay que tener los valores muy sólidos o puedes convertirte en algo que no quieres. El tiempo se la cobra caro, muy caro tal vez.

-          Profe, ¿habla por experiencia propia?

-          Sí.
Daniel paró de comer. Se miró en el espejo del restaurante.

-          Profe, conmigo pasa algo raro. Al convivir con mi novio, al hacer el amor –y disculpe que le diga esta intimidad-, me canso, me agoto… No quiero levantarme. Siento que he perdido mi libertad.
Daniel se limitó a escuchar.

-          Estoy cansada. He cometido un error y creo que no lo puedo remediar. Como usted dice: caí en la trampa. Ahora no hay ni “moco” ni “baba”, y sobra lo demás…
De alguna forma estás viviendo la experiencia. Pero, el día a día, las cuentas, la tarea de llenar la casa de cosas, puede adelantarse y hasta hacer desaparecer el objetivo del proceso….: Vuelve a tu casa… Cuando estés segura, cásate de verdad. Si no lo estás, aún es tiempo. Las cosas importantes como el hacer una boda, pueden ponerse a un lado por lo urgente: pagar la luz, el agua, el teléfono o el bebé que se adelanta…. Lo que es de verdad importante, deja de ser, y la urgencia, se instaura en tu vida.

-          Sí, profe… solo espero que tengamos ambos seguridad.
No, eso no. Lo que tienes que adquirir ahora es paciencia. Busca un mediador. Un psicólogo, un cura, un pastor… Pero hazlo… Puedes desatar cosas que no conoces y ni querrás conocer.
Carmen se levantó. Estaba aliviada, tenía una salida a lo que le estaba pasando. “Gracias profe”, y de pronto, sintió el perfume distinto. Sobrio, natural, con un fino olor adolescente y Daniel recordó: “Serás experto en lo que más hayas fracasado”.

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